Yo de pequeño bajaba a 'la taberna de Alfonso', que estaba cerca de mi casa, o al 'Conde' que era otro bar que había por allí. Yo no lo hacía 'para tomarla', era para comprar el vino y la 'casera' para mi padre, o el tabaco. Te metías por entre las piernas de los mayores hasta llegar a la barra, bueno, como uno ya era experto sabía que el extremo de la misma era el mejor sitio para que me viera. Llegabas con tu bolsa, con los cascos de vacíos (ya formaba parte de mi vida el botellín y el tercio de Mahou, no llevaban etiqueta de papel, era pintada de blanco sobre el cristal marrón; voy a llorar de la emoción al recordarlo) y el dinero en otra mano, bien apretada. Te daban lo que fuera y antes de que te dijeran cuánto era, tú le decías ¡Ah! y un paquete de Rex. Y te lo daban, y te lo llevabas, y cruzabas la calle (mirando a los lados, claro. Era por si pasaba 'el coche'), y subías las escaleras de tu casa cargado con cuatro botellas de cristal y un paquete de tabaco (entonces las autoridades sanitarias no sabían que mataba, ahora sí). Todo puede que pareciera bonito, pero había algo malo: NO ESTABAMOS EN EUROPA. NI ERAMOS EUROPA.
Ahora somos europeos, somos de la UE. Eso era lo que quería desde pequeño, era lo único que me separaba del resto del mundo. Sólo era español, aquí las leyes se dictaban desde El Pardo (Madrid), luego estaban las leyes más avanzadas, pero esas eran internacionales, europeas o de paises con legislación desarrollada en parlamentos democráticos. Ahora ya somos Europa, ya tenemos un parlamento y estamos adheridos a convenios internacionales. Pero los niños no pueden comprar tabaco, ni entrar sólos en los bares a por el alcohol de sus padres, llevar botellas tiene un gran peligro y resulta que las leyes que salen de la UE, las hacen en un sitio que está a mitad de camino entre el 'limbo' y El Pardo. Contínuamente se vulneran los tratados internaionales, pero somos europeos.
Ya no quiero ser ni español, aunque estemos en semifinales, ni europeo (lease la directiva P6_TAPROV (200) 0293 para 'defendernos' de los inmigrantes). Sólo me queda ser CHSF y mejor aún 'sin patria'. Si pusieran bares en las bibliotecas y en los museos, tendriamos más cultura.
Jajajajaj, muy buena tu reivindicación, me apunto a ella y te invito a una Mahou.
ResponderEliminarMe alegro de conocerte por fin.
Besoss, Mafia^^
¡¡Bares en las bibliotecas y bibliotecas en los bares, la misma lucha!! (y fuera los 40 latinos)
ResponderEliminarYo le compraba a mi padre el Gener (virginio), dos cajetillas, en el bar de borrachos de enfrente de mi casa (con perdón, pero era bastante apestoso, el bar; el virginio, tb) (no confundir con el Virginiano, eh).
ResponderEliminarCuando tuve edad legal para comprar tabaco, según legislación actual, I mean, mi padre dejó de fumar :)
¿Los 40 latinos son una banda, como la de Alí Babá, o el "pograma" de radio, ein?
ResponderEliminarEso si, en la biblioteca hay que beber sin hacer mucho ruido, que molesta.
ResponderEliminarDe lo que no me fiaría yo mucho es de las tapas que puedan poner, por que tapas en una biblioteca hay a montones, cada libro tiene al menos dos.
Supongo que te referiras al bar Alfonso, el que estaba en frente de la Calle Sisebuto.
ResponderEliminarLa taberna de Alfonso estaba en la calle de las Encajeras, número 18, y el bar Conde, en el 21 de la misma calle. Y ahora a buscar dónde está la calle (Madrid).
ResponderEliminarPues que sepas que el Bar Conde pasa a mejor vida como le pasó a la taberna Alfonso y al miserias aka Chuminaca ...
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